Investigación: Violencia contra la mujer. El perfil del agresor: criterios de valoración del riesgo

Publicado: 09/11/2018 12:36:p. m.

SINTESIS DEL DOCUMENTO: VALORACIÓN DE LA DINÁMICA EN LA QUE SURGE LA AGRESIÓN, Y DEL RIESGO Y PELIGROSIDAD QUE EL AGRESOR SIGNIFICA PARA LA SEGURIDAD E INTEGRIDAD FÍSICA DE LA VÍCTIMA: De la comparación entre los resultados obtenidos en el perfil de personalidad de la víctima y del agresor, podemos comprender cómo surge la dinámica de violencia y cuáles son los detonantes del comportamiento agresor. De aquí podemos sacar deducciones respecto a la solución futura de esa pareja. Cuadernos de Medicina Forense Nº 35 - Enero 2004 25 En segundo lugar, establecemos el estado de salud psíquica de la mujer, sus preocupaciones y necesidades y el tipo de apoyo o tratamiento que necesita según el momento evolutivo en el que se encuentre respecto a su proceso de elaboración de ruptura y separación del agresor. Nivel de riesgo que el agresor representa para la víctima. En este punto hemos de señalar los datos que son para nosotros indicadores de peligrosidad potencial en el agresor. 1. Inestabilidad emocional: indica mal control de los sentimientos y emociones, baja tolerancia a la frustración con reacciones incontroladas y desproporcionadas a los estímulos, e inseguridad. 2. Dominancia, necesidad de imponer las propias opiniones y que las cosas se hagan a su modo. A menudo ligada al orgullo y amor propio con intolerancia a la humillación y al desaire. 3. Impulsividad y agresividad. 4. Afectable por los sentimientos, sensible y dependiente. 5. Suspicacia, indicadora de desconfianza, interpretar las cosas en su perjuicio, e incluso dirigidas a la celotipia y paranoia. 6. Alta conflictividad consigo mismo 7. Alto nivel de ansiedad. Esta produce un intenso malestar psíquico, con ansiedad flotante, sobreexcitación y posibilidad de reacciones explosivas. Estos rasgos combinados, ante el sentimiento de abandono, de pérdida insustituible, de inseguridad absoluta, etc., pueden llevar al agresor a atentar contra la vida de la víctima, e incluso sobre la suya propia. 8. En otros casos, baja afectividad, frialdad y alejamiento, alta autoestima, orgullo, dominancia, impulsividad y agresividad y alto nivel de ansiedad, son también una combinación que puede generar agresiones físicas importantes. En estos casos, la publicidad, el temor al abandono y al ridículo pueden llevar al agresor al sentimiento de desafío y a atentar, incluso contra la vida de la víctima. Como ya se ha dicho, una exploración tan completa requiere de un equipo multidisciplinar. Su trabajo es de importancia capital ya que el informe que resulte de estas actuaciones será de gran utilidad para el Juez, el Fiscal y, sobre todo, la víctima a los efectos de que el caso se resuelva de la manera más adecuada. Con la valoración integral que proponemos, entendemos que se puede proporcionar al Juez, al Fiscal y a los propios letrados una información rigurosa y objetiva sobre la que apoyar la mejor decisión para todos los implicados en cada caso de violencia contra la mujer. Estas decisiones se deben apoyar en una realidad médica y social, y solo el Médico Forense está en condiciones, por su formación específica, de integrar toda la información recogida por él y por otros miembros del equipo y hacer una valoración particular y personalizada de cada caso. Esa valoración debe incluir un adecuado balance de los riesgos/beneficios de las diferentes alternativas. La decisión incluye valoración del riesgo futuro de la mujer de sufrir nuevas agresiones, riesgo de que las agresiones se agraven, riesgo psíquico o físico para los hijos, si los hay, de presenciar o participar en las disputas familiares, etc., y para hacer esta valoración de forma completa y eficaz parece claro que sería muy importante poder explorar también al agresor. Desde la experiencia que hemos resumido en esta ponencia, nosotros proponemos la creación en los Institutos de Medicina Legal, o al menos, en los que ejerzan una posición de referencia, la creación de un equipo multidisciplinar que entreviste y valore al agresor desde el primer momento en que la víctima pone la denuncia y se conoce el caso de violencia familiar. Son Violencia contra la mujer. El perfil del agresor: criterios de valoración del riesgo. 26 Cuadernos de Medicina Forense Nº 35 - Enero 2004 Violencia contra la mujer. El perfil del agresor: criterios de valoración del riesgo. muchos los casos en los que los Cuerpos de Seguridad que intervienen, Guardia Civil, Policía etc., recogen en sus atestados la denuncia de gravísimas amenazas para la vida y la seguridad de la víctima, sin embargo, estas amenazas se materializan en pocos casos, en proporción a los denunciados. Por ello, tenemos los técnicos una responsabilidad importantísima, desde nuestro punto de vista, detectar precozmente cuales son los agresores capaces de llevar a cabo sus amenazas. De esta forma se aprovecharán mejor los recursos destinados a proteger a las mujeres víctimas de violencia familiar. Corresponde por tanto al Médico Forense que adquiera conocimientos específicos de Psiquiatría Forense o a Psiquiatras que opten por esta parcela médico-legal, que con la ayuda de un equipo de profesionales entre los que estén psicólogos y trabajadores sociales, hacer esa valoración física y psíquica de la mujer en el momento de ser denunciada la agresión y valorar al agresor en sus aspectos médico-psiquiátricos. La información recogida le permitirá transmitir al Juez un Informe que podrá completarse más en el futuro, pero que debe ser sobre todo útil para que, por parte del Juez y del Fiscal, se decidan cuáles son las medidas a aplicar en cada caso. Este Informe se debe plantear las siguientes preguntas a las que intentará dar respuesta: A) Con respecto a la mujer víctima de la violencia: 1. ¿Qué lesiones físicas presenta la mujer y qué tratamiento médico necesita?. 2. ¿Cuál es el estado psíquico de la mujer y qué tratamiento inmediato necesita? 3. ¿Con qué apoyos afectivos, familiares, sociales, etc. cuenta la mujer y si está en condiciones de salir adelante? 4. ¿Cuál es la estructura de su personalidad y su situación familiar y social para prevenir riesgo de victimización posterior? 5. Si existe ese riesgo ¿Qué tratamiento psicológico-farmacológico necesita para superar el acontecimiento vital con éxito? 6. Pasado el tiempo suficiente ¿Han quedado secuelas físicas consecutivas a las lesiones físicas y cuál es su valoración? 7. ¿Han quedado secuelas psíquicas que merezcan la calificación de permanentes y secuelares a la experiencia vivida? B) Con respecto al agresor: 1. ¿Qué actitud tiene ante la situación agresiva a la que ha sometido a la mujer? 2. ¿Cuál es su perfil de personalidad y, según este, cuáles pueden ser sus comportamientos ante las decisiones de la mujer o del Juez? 3. ¿Qué grado de peligrosidad tiene para la víctima, su integridad física o su vida? 4. ¿Cuál es la mejor medida para el agresor atendiendo al riesgo que supone para la víctima? 5. ¿Debe dejarse en libertad, o dictarse alejamiento o prisión? 6. ¿Padece alguna adicción a alcohol y/o drogas o, padece alguna patología psíquica que permita prever atentados contra la vida o la integridad de la mujer aunque se indique el alejamiento? La violencia familiar y el maltrato doméstico como consecuencia de ella es un fenómeno tan complejo que no se agota en esta exposición. No obstante, desde la Medicina, desde la Psicología y la Sociología estamos en el camino de ir aportando los conocimientos existentes en cada momento para un mejor servicio a estas personas a las que ha tocado vivir experiencias tan dolorosas. ‰ Cuadernos de Medicina Forense Nº 35 - Enero 2004 2

Aquí documento completo: http://scielo.isciii.es/pdf/cmf/n35/Art02.pdf


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